Boda Civil en Hacienda Vera Cruz: Marta y Manuel

Marta y Manuel han celebrado recientemente su enlace con la participación de un familiar muy especial, como anécdota destacada.

Una boda civil en Hacienda Vera Cruz

Los jardines de la hacienda lucían a la perfección para acoger una ceremonia civil. El verdor contrastaba con los colores vivos de flores perfectamente cuidadas, y el día estaba soleado y despejado. Era la jornada soñada por cualquier pareja que fija una fecha para casarse.

Quienes nos implicamos en la organización de la boda, conseguimos recrear en torno a la ceremonia un espacio que condensaba la esencia del encanto rústico, con estructuras de madera para enmarcar la escena y que, además, proporcionaban la deseada sombra para los invitados. Todo por su confort.

Es por ello que, además, se dispusieron diferentes bebidas en tarros grandes de cristal y con mucho hielo para refrescar el ambiente, sobre una mesa montada con una estética que emulaba a esas fiestas americanas en el jardín que tanto hemos visto en las películas.

Una anéctdota de lo más tierna

Siempre decimos que todas las bodas son especiales porque cada una tiene detalles y anécdotas que hablan de los novios, matices de originalidad que demuestran que cada pareja es única.

En esta ocasión, Marta y Manuel quisieron dar protagonismo a un miembro de la familia muy especial: su perra Lúa. Este labrador fue el encargado de llevar los anillos al altar, toda una responsabilidad, pero una vez más un animal nos sorprendió con su inteligencia. Parecía conocer la importancia del momento y de estar a la altura, así que lo bordó.

Lo cierto es que cada vez hay más conciencia animalista, algo que tiene que ver con cuánto se quiere a las mascotas. Ya sea en las fotos de preboda, postboda o en la misma boda (como hemos visto con Marta y Manuel), estos amigos de cuatro patas tienen un lugar destacado.

El catering

Salvador Arias fue el catering elegido, por sus más de 20 años de experiencia, por la profesionalidad de su equipo y por su manera de trabajar. Con todo, Hacienda la Vera Cruz consiguió acoger una boda de ensueño una vez más, y siempre es una satisfacción saber que unos novios nos llevan para siempre en su corazón.

¡Felicidades, Marta y Manuel!