Boda divertidísima la de Pablo y Chelo

Imaginen una plácida tarde de verano. Imaginen un jardín verde con buena sombra adornado con estilo y con un altar, y a una pareja de novios dispuesta a vivir uno de los momentos más intenso de sus vidas. Imaginen un salón al que no le falta un alfiler y… no. No basta con dibujar las imágenes en la mente. La boda de Pablo y Chelo fue algo digno de ser vivido. Y para nosotros fue una suerte poder estar.

Todo en uno

Pablo y Chelo decidieron que nuestro bonito jardín estaba bastante bien equipado como para celebrar en él su boda: carpas blancas para proteger el sol, sillas y tres sencillas pérgolas blancas que se prestan a dar el toque personal que se desee.

La pareja también supo apreciar el reformado salón, que esta vez contó con mantelería crema y lazos de tul azules o rosas para las sillas. El centro de mesa constaba de paniculata y flores silvestres en malva y amarillo, dando la pincelada de color necesaria sin estridencias.

Nuestros exteriores acogieron otros momentos estelares de esta boda divertidísima porque, como saben quienes conocen la hacienda, se puede encontrar un rincón para cualquier cosa que se tenga en mente.

Una boda divertidísima: ¡así sí!

Hoy en día, aquellos extras en las bodas tienen que ver con decoración. Se cuida mucho más que antes, para deleite de novios e invitados. Pero aquellos otros añadidos que además de ser visualizados invitan a participar, son también un acierto. Y Pablo y Chelo se hicieron… ¡con un toro mecánico!

Cualquiera diría que la atracción venía a hacer las delicias del público infantil asistente… hasta que vimos a Chelo sobre él, enfundada en su traje crema y dispuesta a descargar la adrenalina de meses de organización. Por supuesto, logró arrancar las sonrisas de todos sus seres queridos y de su esposo.

Así nos gusta ver a novias y novios el día de su boda: felices, sabiendo que está todo atado para que el evento discurra con fluidez, sin miedo a desmelenarse. ¡A disfrutar sin más! Felicidades por hacerlo tan bien en vuestra boda divertidísima, Pablo y Chelo.

Hacienda Vera Cruz

Boda divertidísima la de Pablo y Chelo