Ceremonia civil en los jardines de Hacienda Vera Cruz

Todas las estaciones tienen algo especial, pero a nosotros nos encantan las bodas en primavera. Con el buen tiempo del que se disfruta aquí en la mayor parte de la estaciónla luz y la buena temperatura harán acto de presencia. Y eso invita a explotar al máximo nuestros espacios exteriores, por ejemplo, con una ceremonia civil.

El jardín de Hacienda Vera Cruz lo tiene todo: es lo suficientemente espacioso como para dar cobertura a un gran número de gran invitados pero, rodeado de abundante vegetación y de los olivos alrededor de la finca, está también bien recogido para proporcionar un ambiente íntimo, familiar. Una joya natural bien equipada y que suele superar las expectativas de quienes se decantan por ella para su ceremonia civil.

La ceremonia civil de Isabel y Alfonso

Todo estaba correctamente dispuesto. Los invitados, a los lados, bien refugiados del sol bajo toldos de un blanco impecable, en sillas del mismo tono. En medio, un camino bien marcado con soportes de los que colgaban dos secciones de tela también en blanca, y ramos en forma de balón de hojas verdes y flores rosas.

Funcional y visualmente, dirigían hacia lo más importante: el altar. Este estaba bien preparado, con nuestros tres armazones de madera fijos, el central complementado con un biombo blanco con composiciones florales en las esquinas.

Todo conformaba una estampa digna de la ceremonia civil más espléndida, la de unos novios que han preparado cuidadasamente cada detalle para su disfrute y el de sus invitados, en uno de los días más felices de su vida.

El gusto por los detalles de Catering El Cine

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Por trayectoria, profesionalidad y delicadeza en todo lo que hacen, El Cine es un catering de primera. Y por las muchas veces que nos ha tocado trabajar juntos y los resultados que hemos conseguido, podemos decir que conformamos un binomio fetén.

Las bodas de hoy, como la de Isabel y Alfonso, merecen recrearse en cada rincón. En el patio, por ejemplo, se montó el mesero en dos alturas, estando cada mesa representada con una botella de vino cuyo corcho sujetaba un trozo de papel con los miembros de la mesa escritos. El estilo rústico acorde terminaban de darlo las hojas de olivo y la paniculata, con cajones de madera en el suelo.

No le iba a la zaga nuestro salón, montado esta vez con manteles rosa fucsia muy primaverales, en claro contraste con el blanco de las sillas o de la paniculata del centro de mesa. Este, además, era de lo más sencillo, y eso siempre nos gusta.

Hacienda Vera Cruz

Ceremonia civil en los jardines de Hacienda Vera Cruz