Boda Beatriz y Javier con Saboga Catering

Una vez más, Hacienda Vera Cruz fue escenario de una jornada de boda. Se habla frecuentemente de que las bodas en las haciendas son espectaculares porque permiten a los invitados contemplar paisajes agradables y vivir ese espíritu más campestre, más bucólico, más relajado y tradicional que el que ofrecen los salones en los ambientes urbanos.

Con Hacienda Vera Cruz sumamos también la agradable climatología que se da en la campiña sevillana, especialmente en las estaciones de transición: la primavera y el otoño. Si a todo esto le añadimos la compañía de profesionales de la talla de Saboga Catering, la experiencia no puede ser más que gratificante.

El buen comer, un elemento imprescindible en cualquier boda

Si algo caracteriza a cualquier boda, además de la reunión de amigos y familiares y ese sentimiento generalizado de felicidad es la abundancia de los buenos productos culinarios. En la boda de Beatriz y Javier, el festín ya comenzó desde la recepción, con una impresionante mesa variada de quesos.

En la misma recepción, los invitados podía ver en qué lugar debían sentarse en el salón. Un mesero muy marinero, con cuerdas y anclas acompañadas de varios cuadros de azulejos que mostraban escenarios muy reconocibles de la ciudad de Sevilla, como el Puente de Triana.

Este lugar, el mesero, fue el escenario escogido por los novios para posar junto a nuestra responsable. Beatriz, muy feliz; y Javier, contento y bromista, mantuvieron este tono agradable con el resto de invitados durante toda la jornada.

Tras la recepción, Beatriz y Javier fueron los últimos en entrar al salón, como es costumbre en las bodas. Ella, con un elegante vestido con escote en la espalda, lucía espectacular, Javier optó por un chaqué para potenciar su elegancia y acompañar a Beatriz.

Ya en el banquete, los invitados se deleitaron con un menú de Saboya Catering, aclamado por buena parte de los asistentes. El broche a esta jornada inolvidable fue la fiesta final.