Boda civil al aire libre: Abraham y Laura
En una bonita noche de verano, nuestra hacienda acogió una boda civil al aire libre que nos enamoró por completo.
Ceremonia y celebración en el mismo lugar
Muchas parejas, o al menos uno de sus dos componentes, tienen especial apego a un templo porque es la sede canónica de su hermandad, porque es la iglesia de su barrio o porque fue donde se casaron sus padres, entre otros ejemplos.
A las motivaciones personales que tenga cada cual se suma el aspecto del propio templo, cuyo interior no suele carecer de belleza artística en cuanto arquitectura, imaginería, candelería y otros detalles. Por eso, casarse en una iglesia es y será siempre una opción a considerar.
Pero para quienes busquen otra cosa, son muchas las ventajas de hacer la ceremonia (tanto si es religiosa como civil) y la celebración en el mismo lugar. Ni invitados ni novios tendrán que moverse del mismo lugar, luego no habrá prisas ni estrés por llegar. Se prescinde también del lío de tener que explicar por duplicado dónde tendrá lugar cada parte.
La organización de la boda, los proveedores que los novios elijan en ese día, tienen además más margen de maniobra para personalizar la boda, para que hable aún más de la pareja, recreando el ambiente perfecto.
Y si a lo mencionado le sumamos que el lugar escogido posea la belleza de Hacienda Vera Cruz, los novios tendrán también el escenario perfecto para sus fotos de boda. Así pues, todo en uno.
Boda civil al aire libre
Esta belleza de la que hablamos se puede disfrutar no solo en el momento de las fotografías o de la recepción, sino desde el mismo inicio de la ceremonia y durante toda la cita. Aprovechando el buen tiempo, Abraham y Laura eligieron los jardines para celebrar su boda, sencilla a la par que espectacular.
Un espacio cuidado y con la infraestructura suficiente para dar respuesta a los novios gana mucho más con una decoración acorde. Más aún si estos detalles tienen un sentido útil a la par que estético, porque en este caso se disponían sobre la mesa bonitas cajas de madera con paipáis en el interior, para refrescar el ambiente. A destacar también el exótico mantel, con un estampado de frutas muy colorido.
No hace falta un gran salón decorado elegantemente si el cielo es un techo estrellado y el suelo un perfectamente cuidado tapiz verde. ¡Enhorabuena a los novios y gracias por elegirnos!
Hacienda Vera Cruz
Boda civil al aire libre: Abraham y Laura