El invierno no es temporada alta de bodas. Esta termina siempre a finales del mes de octubre. Sin embargo, esto no significa que entre los meses de noviembre y febrero no se celebren bodas, sino que su número es más reducido.
Sin duda son muchas parejas las que prefieren casarse en primavera y verano, pero si conocieran algunos buenos argumentos para casarse en invierno, quizás lo pensarían mejor.
Las bodas en invierno son más económicas
A priori puede parecer que boda, invierno y frío no casan muy bien. Pero con esto ocurre como con viajar en temporada baja. Si celebras tu boda fuera de las fechas habituales, de marzo a octubre, los precios son más económicos.
Facilidad para reservar fechas y espacio
Si sabes perfectamente el lugar donde quieres casarte, por ejemplo Hacienda Vera Cruz, es mucho más fácil encontrar hueco en el mes de diciembre, o en enero. Posiblemente puedas elegir fecha sin los problemas que tiene esta misma tarea para bodas en primavera o verano.
Vendrán más invitados
Otro buen motivo para casarse en Navidad, o el mes de diciembre, es que será mucho más sencillo que la agenda de tus invitados esté más liberada. Seguramente no tendrán grandes viajes planeados como en verano, aunque habrá que competir con las repletas agendas del mes de diciembre, con las comidas de empresa.
La decoración de las bodas, más original
Con las bodas decorativas, las cuestiones decorativas cambian y se abre un sinfín de posibilidades. Jugar con los elementos de la naturaleza, introducir motivos navideños o jugar con una decoración inspirada en la nieve, aunque en el lugar donde se celebra la boda no suela nevar.
Si te casas en invierno, olvídate del clima
Las bodas en verano, especialmente en Sevilla, tienen un enemigo conocido, el calor. En primavera y en otoño las tormentas pueden amenazar la boda si se celebra al aire libre.En invierno, como la mayoría de bodas son indoor, las malas condiciones climáticas no son un grave problema, pues todo se prepara para que llueva o haga frío.
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